jueves, 26 de abril de 2012

Las cosas en su justa medida

Hace unos dìas atrás, me di un gusto, asistì a una conferencia sobre temas de derecho, pero lo mas importante independientemente del interlocutor, lujo de ser humano y profesor, fue que el tema de disertación movio a la audiencia a preguntar. En realidad desde mis epocas de docente no veìa un auditorio tan movilizado por obtener respuestas “claras” de cuestiones que se notaban estan tambaleando dentro de la matricula y la sociedad, porque no decirlo.
En primer lugar definiciones claras de la historia del Còdigo Penal, ubicando a traves de un linea temporal, los distintos avatares por los que se lo demorò, cajoneò, olvidò y demas verbos que colocaron una herramienta en el cajon de las papas y los zapallitos.
Las consecuencias de opinar distinto, cívicamente hablando digo, actuaron como barro frente a un parabrisas, ocultaron por momentos, la vision del camino a seguir. Despues, quizas por falta de “compromiso”, de ganas e interrumpidos por gobiernos de facto, que revoleaban el “palito de abollar ideas…”, la situación empeoro al punto que el resultado termino negando la escencia del còdigo madre, por lo que la cosa se fue de idem…-
Luego las tendencias sociales que nos inundaron de aportes meRdiaticos  (en mi diccionario merdiatico viene de “merda” ) que nos sugerìan ( como al perro de Pavlov ) que el plomo y el mecurio eran digeribles se encargaron tambien de un lavado de ideas hasta de la sana critica, por lo que se judicializo y criminalizo mediaticamente cualquier caso que pasara por los Tribunales encargados de impartir Justicia.
Entonces esta palabra le quedo “grande” a muchos profesionales de la matricula que solo “sirvieron” políticamente como pasaplatos de una cocina donde se mezclaban los ingredientes de un pastiche que resulta imposible de masticar siquiera.
No quiero transformarme en ciudadano que valida todo esto porque me da la imagen del comienzo de la película “The hurt locker” y no deseo caminar sobre el riesgo en el que viven otros.
Por ultimo una pregunta sobre la opinión del disertante, Dr. Zaffaroni a la pena de muerte sugirió casi como consejo de sabio, “…en un paìs donde se convive con el gatillo facil, donde se tortura sistemáticamente para obtener una respuesta aunque a veces se llegue a la muerte, donde una culpa puede tener “cadena perpetua”. le parece a usted que hace falta pena de muerte?…
Muchas veces es poder de los iluminados decir tanto con tan poco. Buenos dias.