La vida se parece bastante a la piel, a veces una pequeña marca que se vè, puede representar un dolor inconmensurable.
Obviamente que la piel resiste, no se lastima por cualquier suceso, pero solo hasta que se transforma en herida y la herida proviene de un accidente o por un daño…
Por lo general en un accidente intervienen factores de riesgo y un daño es la consecuencia cierta de la falta de evacuación de factores que se premeditan para ocasionarlos.
Los daños causan un sinnúmero de consecuencias que como piso, son negativas.
Dolor, incertidumbre, angustia, traumas…, podemos mencionar una larga lista, pero no es la idea.
La idea es el estigma que deja.
La justicia tiene entre sus funciones determinar el fundamento de acciones que perjudiquen a otras personas.
Esos fundamentos deben ser el producto de una investigación “objetiva” y meticulosa, hecha por profesionales expertos y dentro de los términos de la carta que los rige. Ninguna suspicacia o idea que se corra milímetros de la verdad, porque se puede ocasionar DAÑO! y que casualidad, cuando sucede eso se crea un estigma.
La justicia es ejercida por personas y las personas a veces se arrogan el derecho de prejuzgamiento, en la Justicia este es el principal factor (no los Códigos de la Ley) que se destaca para lo punible.
Convengamos entonces que los derechos de las personas pueden ser corridos de lado, atropellados, avasallados bah!, por semejantes que detentan un poder que si los pone por encima de los demás ciudadanos, pero no más que para encontrar respuestas ciertas a acciones ilegales.
Toda resolución que se base “per se” en desigualdades, sofismas o argumentos que se manejan por sistema de pasa-platos en una cocina, no resuelven situaciones, confirman ERRORES de arrastre, pero bueh!, a lo mejor se valide que existen 2 clases de justicia, la de los que pueden pagarla y la de los que no tienen forma económica de hacerlo…
Cuando estas situaciones se manejan con liviandad, de oído, con desinterés o falta de profesionalismo el destino que esta manejando el profesional a veces impone sanciones que se regalan como caramelos en promoción y además de causar daño, dejan un ESTIGMA!.
Entonces esas marcas son las que van a ser visibles por el resto de las personas y funcionaran como reactivo para actuar.
La vida de las personas estigmatizadas continúa, duermen, comen y van al baño como cualquiera, los diferencia el esperar el día de los justos en el que puedan revalidar “la verdad” y ser escuchados en el descargo de la mochila que van a dejar de cargar.
Nadie merece ser culpado por lo que no hizo, nadie debe ser mal juzgado por profesionales irresponsables, nadie debe ser estigmatizado gratuitamente, porque el día del giro de 180’ puede llegar aunque pase mucho tiempo si el guerrero no detiene su marcha…
